Tarde de duendes

Los mitos son incuestionables referentes para conocer la esencia de una cultura. Más allá de la racionalidad con que Occidente nos enseña a asimiliar los hechos, los mitos reflejan ambigua y hasta contradictoriamente las profundidades de las creencias colectivas y permiten descifrar las claves de la realidad que vive una sociedad determinada. Bien lo sabe Atilio Ramírez, que en la Casa de la Cultura de la ciudad correntina de Ituzaingó ha pintado un maravilloso mural que recrea los principales mitos populares del Nordeste Argentino.


La obra se llama Siesta de poras (es decir, de duendes), e ilustra un escenario típicamente correntino, con esteros y bañados en donde se congregan los personajes míticos más representativos de la región, que suelen sorprender a las personas en plena tarde, en horas de la siesta.


El Pombero es uno de los genios más populares del Nordeste, un pequeño, astuto y travieso duendecillo que cuida el monte y los animales salvajes. Puede perjudicar o favorecer de acuerdo a las circunstancias o la conducta de las personas. Tiene la capacidad de adoptar la forma de cualquier animal, y es también es conocido como Señor de la Noche o Dueño del Sol. Lleva un sombrero de alas anchas y emite un extraño chiflido que, si alguien imita, responde de forma enloquecedora. Posee un enorme miembro viril y se presenta ante mujeres solas para seducirlas. A él se atribuye la responsabilidad del nacimiento de los niños extramatrimoniales. Si los campesinos le ofrecen tabaco, miel y alimento, puede hacerles grandes favores. Puede poner sus pies al revés, para dejar rastros confusos a quien intente seguirlo. A los niños se les hace dormir la siesta para evitar que se crucen con él.


El Yaciyateré es un enano de larga barba y hermosos cabellos dorados. Lleva un sombrero de paja y un bastón de oro en el cual residen sus poderes mágicos. Protege a los pájaros y habitualmente recorre el monte durante la siesta. Es capaz de imitar el silbido de cualquier ave, con lo que hipnotiza a los niños, los hace entrar en trance y los secuestra durante algunos días.


Yacíyateré adormece al niño niño cazador de aves.


Un niño que se ha perdido en el monte regresa sobre las espaldas de su hermano mayor. En una jaula, trae un pájaro que ha cazado. Mira de reojo hacia atrás. Nadie sabe qué le ha sucedido mientras estuvo extraviado.


El Cambá Bolsa o Curupí es una criatura demoníaca, con el cuerpo velludo y de rostro horrible. Devora seres humanos y tiene los pies hacia atrás, de manera que avanza con los talones. Con su exagerado miembro viril, que da varias vueltas a su cintura, puede embarazar a una mujer desde la distancia. Suele robar mujeres y en ocasiones asesina al cazador desprevenido que no le deja alguna porción de su caza.

.
.
.
.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.