La Trochita

El Viejo Expreso de la Patagonia, más conocido como La Trochita a causa de los escasos 0.75 m que separan ambas vías, se levanta como un testimonio del pasado que muchos pobladores no han querido perder.





Numerosos pueblos crecieron en torno a su desarrollo, y gran cantidad de gente trabajó y vivió vinculada a las actividades que generó el ferrocarril patagónico.





Pero el tren no fue invitado a la fiesta del progreso. Aquella realidad fue desplazada por el asfalto y el petróleo, y con el desarrollo de los camiones y los ómnibus de pasajeros, el ferrocarril sufrió la decadencia y el abandono.





La historia de La Trochita arranca en 1922, cuando el Gobierno argentino adquirió la infraestructura necesaria para la construcción de un ferrocarril liviano que uniera Colonia 16 de Octubre con Ingeniero Jacobacci.
Esta idea se articulaba con la creación nunca concretada de una red ferroviaria patagónica que cubriría 1225 kilómetros, conectando la comarca andina con Trelew y Puerto Madryn.





La obra dio empleo a inmigrantes provenientes de las más diversas latitudes del planeta. Búlgaros, croatas, griegos, hindúes, macedonios, polacos, turcos y ucranianos, entre otros, tendieron rieles abriendo camino a fuerza de pico, pala y dinamita.





En 1935 funcionó el primer servicio, y en 1941 el ferrocarril arribó a la localiad de El Maitén. Cuatro años más tarde llegó a la ciudad de Esquel y hasta 1950 fue utilizado como transporte de carga de numerosos productos comerciales. Luego se inauguró el servicio de pasajeros.





Hasta entrada la década del '70 el ferrocarril ofreció hasta tres servicios diarios, y constituyó un medio de transporte decisivo en la región. No sólo abastecía a las poblaciones y facilitaba el trasladabo de numerosas personas, sino que también dio vida a numerosos pueblos e impulsó el aumento demográfico.





Pero el mejoramiento de los caminos, el desarrollo del transporte automotor y la expansión del imperio petrolero fue desplazando gradualmente al ferrocarril.




En 1961 fue clausurado el ramal Puerto Madryn – Trelew – Rawson - Alto Las Plumas, y a partir de entonces comenzó una decadencia paulatina que terminaría afectando a los demás ramales.





La Trochita no escapó a este proceso. En 1992 se decidió el cierre del ramal, y la medida se concretó al año siguiente. Los gobiernos provinciales lo siguieron mantendiendo, pero en 1995 las autoridades de Río Negro suspendieron el tramo Ingeniero Jacobacci-El Maitén.





En la actualidad funciona principalmente con fines turísticos, entre la localidad de Esquel y El Maitén, en la provincia de Chubut. Cubre una distancia de 165 kilómetros entre ambos extremos y sólo tiene una estación intermedia, Lepá, pero cuenta con diversos apeaderos destinados al ascenso y descenso de pasajeros, como Leleque, Mayoco, La Cancha, y Nahuel Pan.





Sus locomotoras fueron fabricadas en Bélgica y Alemania a principios de la década de 1920. En un principio funcionaban a vapor, pero luego de la Segunda Guerra Mundial fueron convertidas a Fuel Oil. Los vagones proceden de Bélgica y son de la misma época. Aún conservan sus característicos bancos de madera y poseen una estufa que es alimentada a leña por los propios pasajeros.





La Trochita atraviesa la estepa como el fantasma de una especie extinguida.





Los rieles silenciados trajeron añoranzas que hoy se respiran en el ambiente de cada uno de sus antiguos vagones.


















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