Una mirada a la capital de la isla caribeña que hacia mediados del siglo XX derrotó a una sangrienta dictadura y defendió a ultranza su soberanía frente a los atropellos de Estados Unidos, convirtiéndose en un faro de lucha para todos los pueblos oprimidos. A través de las décadas resistió atentados, bloqueo económico, agresiones, escasez de recursos, invasiones, huracanes, aislamiento y soledad. Sus calles son un testimonio vivo de esos años, y caminarla es descubrir la infinita riqueza humana de su gente y la entrañable calidez de un país que ha sabido escribir su propia historia y no ha dejado de creer en la solidaridad.